Asesoramiento
I - Medidas instantáneas.
1. Optimización de la facturación.
Gestionar y negociar el contrato con las compañías eléctricas: Negociamos el modelo de contrato y la comercializadora que mejor se adapte a cada cliente, ajustando el precio del suministro energético a sus necesidades reales.
Optimizar la potencia contratada: Consiste en maximizar el aprovechamiento de la potencia contratada. Conseguimos con ello evitar el pago por potencia no utilizada o la penalización por excesos de potencia.
2. Monitorización de consumos.
Saber cuánto, cuándo y dónde consumimos: Es fundamental conocer donde existen fallos de suministro o consumo para poder subsanarlos. Con este servicio conseguimos detectar donde están las demandas máximas de consumo por cuarto horario, horas, días, semanas,….y cuáles son las pautas que se siguen en cada caso. Una vez realizada la toma de datos podemos identificar las medidas que debemos tomar para optimizar la utilización energética. Muchas de estas medidas no requieren inversión alguna y consisten en una simple modificación de los hábitos de consumo, con la que podemos rebajar la factura hasta en un 18%.
"Lo que no se puede medir, no se puede optimizar"....
3. Energía reactiva.
Realizar un estudio sobre la energía reactiva generada en las instalaciones y consensuar las medidas que debemos adoptar. La energía reactiva es la demanda extra de energía que algunos equipos de carácter inductivo como motores, transformadores, luminarias, necesitan para su funcionamiento. Esta energía "extra" puede descompensar una instalación eléctrica. La mayor parte de las cargas industriales producen este tipo de energía, conjuntamente con la energía activa, lo que provoca penalizaciones en la factura.
II - Desarrollo de un proyecto.
Contáctenos para poder ofrecerle un servicio personalizado y ayudarle a solucionar sus necesidades de ahorro energético.
?Porqué sube la luz?
La interminable subida de la luz
España es el tercer país con la electricidad más cara de la zona del euro, sólo por detrás de Chipre e Irlanda. Esto se debe a que, en los últimos años, la factura de la luz ha experimentado constantes subidas que, según datos de Eurostat, se traducen en un aumento del 52% desde 2007.